Muchos son los que a diario pasean por el Parque del Retiro, pero lo que quizá muy pocos sepan es que el parque esconde un tesoro que hoy en día se sigue buscando ya que nadie ha sido capaz de encontrarlo.
Felipe IV, conocido como el rey planeta, tenía un curioso pasatiempo que consistía en enterrar diversos tesoros por el parque. Estos tesoros solían consistir en unas pocas monedas de oro y algunas joyas para satisfacer a la persona que los encontrara. Una vez escondidos, los amigos y allegados del monarca eran los encargados de intentar encontrarlos, quedándose con el botín si así lo hacían. Pues bien, se cuenta que un día el rey decidió ocultar el tesoro más grande y fastuoso de los que jamás había escondido, recayendo tal responsabilidad en su ayudante de juegos de confianza que debería ser el encargado de hacerlo. Sin embargo, la mala suerte se cebó con el ayudante, ya que murió repentinamente a las pocas horas de haber el escondido el tesoro, llevándose su ubicación consigo por lo que el tesoro nunca fue encontrado.
En 1968, dos trabajadores del parque que se encontraban realizando labores de mantenimiento, encontraron una colección de 59 monedas de oro con la efigie de los reyes Carlos III, Carlos IV y Fernando VII. Este tesoro se valoró en 300.000 pesetas y los descubridores fueron recompensados por ello. Sin embargo, la cronología de las monedas halladas no se corresponde con la época de Felipe IV al ser posterior. De este modo, el tesoro del rey sigue a la espera, en algún rincón del parque, de ser descubierto.