Ayer tarde nos reunimos un gran número de personas para visitar y conocer muchos de los lugares y secretos que esconde la ciudad de Madrid. Divididos en dos grupos, unos conocieron montados en segway los puntos más famosos de la ciudad, los parques y plazas más bellos, como son el Templo de Debod, la Plaza Mayor, la Plaza de Oriente y Puerta del Sol. Mientras que el otro grupo comenzaba a pie una excitante visita por el origen y nacimiento de la ciudad.
Este paseo a pie comenzaba en el parque del Emir Muhammed-I, situado frente a la cripta neo-románica de la Catedral de la Almudena, en este punto pudimos observar los restos de la muralla de época islámica y la hornacina situada en el muro con la imagen de la virgen, en el lugar donde cuenta la leyenda que apareció junto a los dos cirios encendidos.
Subiendo hacia calle mayor, nos dirigimos hacia la iglesia del Santo Sacramento, sede del arzobispado castrense que fue edificado en relación con el Palacio del duque de Uceda, hoy Capitanía General. Nos adentramos en la calle de mismo nombre que la iglesia, conocida por poseer el mayor número de palacios en Madrid, como el Palacio de Cañete o el Palacio del Cordón, y que nos llevó directamente a la espectacular Plaza de la Villa, donde la obra del arquitecto Luis Bellido en 1921 recuperó la gran parte de edificios y monumentos que aquí se albergan. La famosa torre y palacio de los Lujanes, existentes desde el siglo XIII, y con innumerables secretos históricos, acompañando a estas edificaciones encontramos la Casa de Cisneros, de estilo renacentista y construida por el alarife de la Villa Miguel de Hita, y la Casa de la Villa, el primer ayuntamiento de Madrid.
Girando por la calle del codo, llegamos hasta la plaza del Conde de Miranda, allí está el Monasterio del Corpus Christi, más conocido como las Carboneras. Seguimos el paseo bajando hasta el antiguo arroyo San Pedro, en la actualidad calle Segovia, y cruzamos hasta la travesía del nuncio para entrar en lo que fue el antiguo barrio de la Morería, donde una mezquita transformada en iglesia se nos presenta justo delante, es la iglesia de San Pedro el Viejo, un alminar reconvertido en campanario de leyenda y una puerta renacentista acompañan al edificio, nosotros nos dirigimos hasta los jardines románticos del Príncipe de Anglona, y tras una breve visita a su interior subimos para dejar a un lado la magnífica obra de Gutierrez de Vargas y Carvajal, la Capilla del Obispo.
Siguiendo el muro de la iglesia de San Andrés llegamos a la plaza de los Carros, donde esperaban a modo de taxi los carruajes para transportar los productos agrícolas que se vendían en la plaza de la Cebada, un lugar especial en la actualidad para tomar algún refresco y una tapa, tanto de día como de noche ya sea invierno o verano, cruzamos toda la calle de la cava baja, famosa por encontrarse en ella un gran número de restos de la famosa muralla inexpugnable de Madrid, tanto en edificios privados como en locales abiertos al público donde se pueden visitar como son la Posada del León o la Posada de la Villa.
Una vez hemos llegado a la plaza de Puerta Cerrada, leemos las dos breves frases pintadas en el muro, "fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son", que nos recuerdan el origen de la ciudad medieval, y desde aquí andaremos por la calle donde el gremio de los cuchilleros se colocaban para vender sus útiles para cortar la carne y pasar por uno de los restaurantes más antiguos del mundo, el famoso Sobrino de Botín, y desde aquí subir por el arco de la calle de la Escalerilla de Piedra, obra de Juan de Villanueva y acabar este magnífico paseo visitando la Plaza Mayor de Madrid y tomar unas tapas y cañas por los alrededores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario